miércoles, 25 de enero de 2012

Viajando en tiempos de Guerra

El Mexico pacifico que muchos conocimos, se ha ido, ahora el viajar es un riesgo mucho mayor, hay rutas donde el viaje es una apuesta, tanto asi que mi compañero asignado a Tamaulipas y Nuevo Leon prefirio renunciar, y de mala gana, he tenido que sustituirlo en varios viajes, me siento como pato echado, solo esperando ver rebasarnos una camioneta con hombres armados, de ahi que no he tenido muchas ganas de publicar en el blog, no me gusta viajar con miedo, me molesta tener que viajar indefenso, llego a donde sea tenso, cansado y por supuesto ya no llevo mi laptop y menos voy escribiendo en el camino.

Mi esposa esta insistiendo en que deje esa ruta y que de plano mejor renuncie tambien, y no le falta razon, no vale la pena el riesgo, ¿o si?; ¿porque debo de dejar mi trabajo?, ¿porque los delincuentes ya se han apoderado de la carretera, o porque un pendejo decidio afianzar su poder iniciando una guerra que no ha podido ganar en cinco años?, por desgracia los ciudadanos normales y trabajadores no contamos con los medios legales para defendernos, como ya lo platique en una entrada anterior.

Ahora ya no hay medidas de precaucion suficientes, si bien antes uno podia cuidarse dentro del autobus, la irrupcion de salteadores de caminos que no les interesa asaltar sino solo van a matar, nos deja inermes, por lo menos en los autobuses de primera, en los guajoloteros he visto una marcada propension de la gente a viajar armados y bien como ultimo recurso de defensa, tal vez tenga mucho sentido, como me lo dijo uno de los que confeso viajar armado, "solo es una pistola, pero al menos me llevare a uno", ciertamente que en el norte uno puede conseguir el armamento que se quiera, y estamos llegando al punto donde hay que escoger: ser detenido por portar armas y salir con una "corta" a los policias o al MP, o ser asesinado en carretera.

Pero esto involucra mas problemas, viajar en los autobuses de segunda es mucho mas tardado, y los retenes aunque inutiles para detener delincuentes, ahora actuarian en contra del ciudadano, no es una respuesta satisfactoria, de hecho no la he encontrado, y es por eso que ya le dije a mi jefe, he decidio no viajar mas alla de Tuxpan, si me despide, bueno, me ire, prefiero preservar mi vida.


Autor:  Sergio Antonio Tellez Morales