lunes, 27 de mayo de 2013

Autopista Cuernavaca al atardecer



La belleza del paisaje al viajar en Autobus es una de las principales razones por las cuales viajo, aqui les comparto un largo trecho de la Autopista Mexico-Cuernavaca en un hermoso atardecer.

jueves, 16 de mayo de 2013

El poder curativo de la carretera

He pasado dias dificiles, mi madre ha estado muy enferma, tanto que estuvo a punto de entrar a cirugia, pero su misma debilidad se lo impidio, he prescenciado una de las peores situaciones de la vida, ver como la existencia de nuestros padres se apaga.

Ante su situacion tan precaria, tuvo que permanecer en cama, una simple inyecion de Heparina la derribo un mes en las peores condiciones fisicas posibles, una vez estabilizada decidi llevarla un dia a su querida Cuautla, la ciudad me parecio ideal, autobuses de primera con asientos comodos y baños, magnifico clima, con todo al alcance de los magnificos hoteles del Centro, restaurantes e iglesias.

Un sabado en la mañana, se levanto con sus pocas fuerzas y me la lleve a la TAPO, en un estado que solo de verla me provocaba lagrimas, salimos en la corrida de las 8:05, sentados en los asientos 3 y 4, sus favoritos, en un comodo OCC, poco a poco su semblante fue cambiando, a la altura de los Volcanes, le vi una sonrisa por primera vez en meses, para cuando llegamos a Ozumba ya estaba platicando de que le hubiese gustado probar las carnitas que venden a un lado de la carretera.

Ya una vez en Cuautla, la lleve a un hotel del Centro, estaba terriblemente fatigada, pero de mucho mejor animo, no quiso tomar taxi, camino muy lentamente, pero camino, viendo los edificios, disfrutando del sol, del aire limpio.

Ese dia ella comio y ceno en el hotel, para descansar del viaje, al dia siguiente, estaba irreconocible, se levanto y quiso ir por tamales a Santiago, ya desayunados, me pidio que la llevara a ver al señor de Tepalcingo para cumplirle una manda, increible, pero cierto, aguanto ir hasta alla, camino poco, pero recorrio todo el mercado, comprando las cosas que tanto le gustan, cebollas moradas, queso de la region, y no se que mas, regresamos ya en la tarde a Cuautla, despues de un dia en que no recordo que estaba enferma, en que camino, subio, vio, y paseo, para la noche estaba cansada, pero en mucho mejor  estado que cualquiera de los dias del mes anterior.

El tercer dia, estaba irreconocible, como si la enfermedad hubiese cedido en todo sentido, poco dolor, pocos mareos, recupero mucho del sentido de la vista, estaba de buen animo y disfrutando de la vida, hasta comio Pizza.

Su increible recuperacion me ha dejado atonito, por lo que consulte un especialista en dolor, que me confirmo algo, el dolor intenso y el dolor cronico, que son los mas devastadores sobre el paciente, se combaten de cinco formas distintas, las primeras dos son diferentes tipos de medicamentos, pero las otras tres tienen que ver con los aspectos psicologicos del paciente, y son su bienestar mental, su sentido de la satisfaccion de la vida y su felicidad, efectivamente pacientes felices con la misma dosis de medicamentos sufren menos dolor que aquellos que se han dejado hundir por el dolor.

Por desgracia no puedo llevarla en todos mis viajes, pero procurare llevarla a los lugares que tengan buen clima, magnificas condiciones hoteleras y que no esten sumergidos en la violencia, por lo menos hasta que su presion se estabilice y tenga otra cita con el cirujano. Comparto esta experiencia con todos ustedes, pero tengan cuidado, no todos los pacientes estan lo suficientemente estables como para viajar, pregunten a su medico si las condiciones lo permiten.


miércoles, 1 de mayo de 2013

Viajando en el Tiempo, las Pangas

Memoria de un viaje a Villahermosa 1

Un ADO pasando un rio en una panga pequeña, la de alvarado era mucho mas grande
Mexico ha pasado de ser un pais rural a uno urbano, en estos acelerados tiempos ya casi nadie recuerda el Mexico somnoliento de los cincuentas, antes de la explosion demografica, antes de las autopistas, antes de los puentes.

El ADO tenia su terminal en Buenavista, los autobuses eran chatos, y salian con los mismos destinos que ahora,  la terminal era pequeña, apenas un garage ampliado, los asientos, acojinados, pero fijos, como los de los guajoloteros actuales, el viaje era toda una odisea cultural, en Puebla, cuando el autobus se detenia, vendedoras de tortas y dulces, asediaban las ventanas o a los viajeros que descendian para estirar las piernas, despues de tres horas por la vieja carretera federal a Puebla, mientras que el ADO que iba a Apizaco o a Jalapa se iba por la de Texcoco..

La vieja carretera federal a Veracruz esperaba a los viajeros, con sus traicioneras curvas e impresionantes paisajes, si se pasaba muy tarde, solo habia niebla, mucha niebla, a veces el autobus paraba en un restaurante antes de subir las cumbres, para que todos pudieramos comer; a veces lo hacia cuando ya estabamos en Orizaba o Cordoba, no recuerdo bien donde vendian flores en hermosos arreglos.

Despues de la pausa de descanso en Veracruz, se seguia por la carretera de la costa, al llegar a Alvarado, habia que hacer otra pausa, en lo que habia espacio en la panga, los vendedores tenian sus tortas, bolsitas de camaron salado, pulceras de conchitas, y mil y un chucherias.

Las pangas eran transbordadores grandes, donde cabian varios autobuses y carros, todos los pasajeros tenian que bajar del autobus y se aprovechaba para ir en las orillas de la panga disfrutando el rio, recargados en los barandales, comiendo fruta o jugando, una vez llegando a la otra orilla, se volvia a abordar el autobus, y la panga regresaba con nuevos clientes.

En Alvarado habia dos pangas, y a veces ambas estaban descompuestas, asi que habia que esperar, por horas o hasta un dia, en lo que las reparaban, y la gente aprovechaba para comer en los deliciosos restaurantes a los lados de la orilla del Rio.

Cuando se construyo el puente, todo eso se acabo, los autobueses pasaban rapidamente, sin escalas, el comercio se acabo y con el se fue una epoca, la de las Pangas en Alvarado.

Existian pangas en Alvarado, Coatzacoalcos, y en El Carmen, por desgracia no he encontrado ninguna foto de ellas. Esta historia me la conto mi madre, que solia viajar mucho a toda la zona del Golfo, desde Veracruz a su natal Villahermosa.